Valeria Ruiz

Encanto Colonial

Cuando visitamos el Centro Histórico, es imposible no trasladarse a una época colonial en el que prima la riqueza arquitectónica de las iglesias y el valor detrás de cada pieza hallada en sus museos. De la misma manera, este Patrimonio de la Humanidad contiene una variedad gastronómica que debe ser considerada para tener una experiencia cultural completa en esta área, no solo para turistas sino también para sus residentes.

En un recorrido en el que empiezas a caminar por la calle Manabí puedes percibir el paisaje de las colinas, el estilo pintoresco de las viviendas; y cuando alzas la mirada, te encuentras con la maravillosa vista del panecillo. Además, te acompaña el olor único y lleno de sabor de un plato típico como el mote con chicharrón. Si sigues caminando por la amplia calle Benalcázar, llegarás a una cafetería en la que, mientras el molino de café gira, el aire se contagia del exquisito olor a café puro preparado al gusto. Si continúas hacia el sur, más allá de la Iglesia de San Francisco, podrás deleitarte de las famosas colaciones, suspiros, maní dulce, etc. Para las personas que no conocen de estos manjares, cada uno brinda un sabor único para el paladar. Por ejemplo, cuando pruebas las colaciones, sientes inmediatamente una explosión de azúcar y al morder su sólida cobertura te encuentras con un centro de maní. Del mismo modo, los suspiros con su suavidad, textura, y forma semejante a la de una nube; provoca que se derritan inmediatamente en tu boca. Estos, son algunos de los dulces tradicionales de Quito, únicamente elaborados en el centro de la ciudad.

Desde bebidas como el canelazo y aperitivos como empanadas, hasta platillos fuertes como el locro y la fritada, la cultura gastronómica comprende un atractivo turístico que no se percibe a primera vista por las calles del Centro Histórico. Sin embargo, diferentes investigaciones han comprobado que, los propios quiteños no estan al tanto de los espacios que enriquecen la cultura y tradición culinaria de la ciudad. Puesto que la mayoría del contenido turístico de Quito promueve al Centro de una manera teórica y no experimental. Por esto, se propone un mapa que realce y marque algunos de los lugares donde se expone la riqueza gastronómica del Centro de la Ciudad para despertar un interés en los quiteños residentes al visitarlo.

 Así, este proyecto incursiona, en esta temática moderna de la cartografía ilustrada. Desde que en la actualidad, los mapas ilustrados representan una perspectiva renovada de la cartografía clásica. Más allá de presentar un enfoque geográfico, los mapas funcionan como un sistema que permiten a los seres humanos conocer y ser consientes de los lugares que los rodean. De esta forma se reinventan las formas, ejes tradicionales y se crean obras que transportan a las personas a un posible destino de entretenimiento cultural. Es así que, se exhibe la ubicación de diferentes restaurantes o lugares de los que se puede sacar provecho de la gastronomía Quiteña. Como resultado, los sitios seleccionados aparecen como íconos que, de la mano de calles, nombres y especificaciones direccionan a las personas hacia su destino. Y de igual forma, la información en los dobleces especifica detalles de uso, información general y la importancia detrás del enfoque del mapa.