Carlos Gallardo

Fomoré

Este proyecto representa el fruto de muchos años de viaje e investigaciones. Al echar la vista atrás, recuerdo al chico de siete años que pasaba horas en su dormitorio aprendiendo sobre una infinidad de criaturas y envidio los viajes que habría de realizar. He visitado madrigueras, guaridas y nidos en cientos de regiones, he sido testigo de cientos de criaturas, de sus poderes, me he ganado su confianza y, en ocasiones, he rechazado sus ataques.

Podría nombrar miles no, sino millones de aventuras y lugares que he podido recorrer y de seguro te sonarían desconocidos: desde las junglas más oscuras de Illyrian hasta los deslumbrantes desiertos de Helion, desde el pico más alto de las montañas de Velaris hasta la ciénagas de Adriata. Pero mi mayor aventura tuvo que ser en el castillo flotante de St. Michael, un reino de inmortales y criaturas fantásticas dividido en tres pisos principales y un sub-suelo. Si bien cada uno de los pisos tiene su propia autonomía por así decirlo, St. Michael es gobernado por un inmortal, un alto lord con un poder inigualable que habita en el piso más alto, se podía decir que él mismo está hecho de poder.

Durante años, en el castillo de St. Michael se podía encontrar a cierta cantidad de humanos en sus territorios, pero luego de que se produjera una guerra entre humanos e inmortales y se firmara como consecuencia un tratado que le prohibía a los humanos volver a ingresar a territorio de los inmortales, se creó un muro mágico que serviría como frontera entre St. Michael y las tierras mortales. El muro está ubicado en la frontera este del primer piso y queda a dos días de distancia de la aldea más cercana.

Pero algo inesperado sucedió luego de finalizada la guerra con los humanos, Amarantha, la principal comandante del ejército humano, se presentó en las Cortes del inmortal gobernante de St. Michael y hábilmente logró engañarlo parase apoderarse de la mayor parte de los poderes de los altos lores y se auto proclamó como la Gran Reina del castillo, a menos que se le cumpliera un capricho. A ciertos humanos calificados se les permitiría la entrada a St. Michael, el inmortal del castillo aceptó con una condición; una vez que un humano entre en St. Michael, este se transformaría de manera gradual en un críptido.

Y bien de seguro ahora te preguntas a que viene esta historia un tanto descabellada y fantasiosa, pues quiero que imagines como sería tu vida si en lugar de vivir en este mundo, te encontrarías en uno donde bestias mágicas, y situaciones de aventura y riesgo fueran el pan de cada día. Pues esto es realidad para el mundo de Fomoré. Un proyecto que propone la creación de una parodia social, hacia cómo los seres humanos al momento de entrar a la universidad y formar parte de un ambiente y mundo distinto cambiamos aspectos de nuestra personalidad, transformándonos en criaturas totalmente distintas.

Ahora que conoces toda la historia. ¿Qué tan seguro estás de que en este momento no te encuentras rodeado por criaturas diferentes a ti?